Andres Arana

jueves, 10 de octubre de 2013

Herirnos

Eso de herirnos nos sale tan bien y nos gusta tanto besar la piel de aquellos corazones perdidos, esos que no tienen nombre, que van y vienen entre cualquier mugre, revolcándose en la inmundicia. Tanto así que nos regocijamos en la mirada de los mentirosos, esas miradas que penetran tu ser y te venden ilusiones baratas.

Gustamos de jugar a engañarnos y cerrar los ojos cuando besamos, atrapamos los miedos dentro de nuestros cuerpos y huimos cuando la piel muestra las heridas por que alguien descubre esos pequeños y gigantes secretos.

Nos acostumbramos tanto al dolor que ahora disfrutamos de él, de esto que nos agita y nos hace sentir como un alma bendita, como estando en un calvario que satisface tus deseos, como un niño cuando le dan un juguete nuevo o mejor aún cuando lleva a la boca ese dulce chocolate que inhibe tus recuerdos más dolorosos.

De herirnos nos causa tanto placer ya que  busco entre mis sabanas una almohada para pensar en ti y la aprieto entre mis piernas para sentirte, de herirme me gusta tanto que siempre miro a tus ojos para que bailen esquivando los míos, es tan simple que nos gusta púes besas mis labios sin sentir nada y te alimentas de ellos para terminar saciada, solo vacíos púes encontrarás allí al momento en que mis labios dejes ir y vuelves a llorar tu triste vida, ignorando la tormenta que se avecina...




By Andrés Arana
#SiendoPoeta
@SiendoPoeta
copyright© all rights reserved.

0 comentarios: