Andres Arana

viernes, 30 de mayo de 2014

Mi día a día

Hay muchas cosas que te digo en los abrazos, entre otras cosas, que me hago nervios de tenerte cerca,
qué al impregnarme de tu aroma es cuando empiezan mis sueños, qué al chocar con tus mejillas lo amable me acoge y ahí justo ahí empieza el día para mi.

En mis pupilas te haz tatuado y en armonía te hallas en los versos del poema que escribo
como atardecer de deseos evocando las sonrisas puras de un veneno ya corriendo por las venas,
entrando en suspiros  los pulmones vuelan; Entonces se advierte la alegría de encontrarte mi bella princesa en ese día a día que ampara mis condenas...

Así como se desean tus besos, justo así, ¿Se sienten tus besos?...
Sí así fuera he de andar vagabundo desesperado y sediento, ¡tal vez!, llegue ese día en qué confirme mis sospechas...

lunes, 26 de mayo de 2014

Canela, ese caos que hace de mi...

De una mirada se elaboran abrazos
Su ausencia ya se evoca zozobra
Ella se acerca y mis nervios intentan acusar
Y ante lo obvio qué ella ignora, mi alma de entusiasmo se escribe
Entonces me toma entre sus brazos, su rostro en mi pecho
los latidos se acrecientan, cierro mis ojos y me sumerjo en lo cálido de estar vivo

Entonces con sutileza, apuro sus caderas encantando su cuerpo hacía mi
Mientras los suspiros aquejan su hora de salir, y me armo de debilidades.

Entonces ella se aleja en dos palabras y el frío aparece...
Ciertamente es canela e ignora ese caos que hace de mi...

viernes, 23 de mayo de 2014

Sin tinta...


Advertir su llegada es dibujar en las pupilas miles de flores de cerezos en el viento, es sentir que vuelves a despertar y ya no estas en un infierno, es suspirar el aroma en armonía del amor haciendo sus trampas.

Y fue así como la encontré, ella iba corriendo hacia otro lugar en otra dirección,
Camine intentando plasmar en papel una historia diferente, y entonces sus huellas fueron desapareciendo
La tinta del pincel se acabó, entonces no pude seguirla dibujando, no hubo más sonrisas y las hojas de papel quedaron en blanco. Qué triste es, las palabras se fueron de sus labios, quien sabe, se enmudeció todo y ella sólo torcía los ojos, sus manos jugaban entre sí y lentamente volvió a su realidad; ¡Yo! ya no estoy escrito en ella...

miércoles, 21 de mayo de 2014

Vestigios de amor


Y entonces el alma se amalgama entre tardes rojizas
Entre el desdén del tabaco en las calles. Entre el vahído placer de recordar su piel
Y caer en el anhelo, de verle de nuevo.
Y sí, ciertamente en la inmensidad de ese azul de cielo. En los pequeños encuentros, en la coqueta nube difuminada,
 en el viento. En el tacto, en el café, en el aroma
allí en su esencia tímida y frágil
Se encuentra el vestigio de amor ungido...

Un cuerpo responde a otro, quizás de forma extraña 
y ella sabe que aún en la vastedad del silencio me pone nervioso...


™ Andres Arana © ®

lunes, 19 de mayo de 2014


Él: Estoy algo dañado en mi interior, el llanto me enloquece, el zumbido de las voces repitiendo tus desaciertos te carcomen, te hacen trizas, te pulverizan la voluntad y es cuando el dolor hace su entrada magistral directo a tu corazón. ¡Irónico, no estoy mal, no, no lo estoy!.

Ella: ¿Qué te falta?.

Él: ¡No me falta nada!, sólo me estoy partiendo poco a poco.

Ella: Continúa...

Él: Es como cuando te sientes como un terrón de azúcar, te presionan levemente y te desmoronas, te sumerges y te diluyes, así como si nada...
Simplemente ardes y te vuelves un poco oscuro.

Ella: Pero no somos terrones de azúcar, Andrés...

Él: ¡Ardes y todos se alejan!, entonces quemas, fundes con la mirada aquellas intensiones puras, nobles, ¡tal vez!, sinceras...
No piensas en nada sólo continuas, quemándote, volando, divagando...

Ella: Necesitas distracción, estás demasiado tiempo absorto en tu mente.

Él: Reproches se hacen eco, entonces lo que no se pudo allí está, intacto, lívido como un suspiro, sólo te recuerda que no pasó y se aparta de tu vista con rapidez, y de nuevo al dolor incesante. Te da la espalda, las cosas dan vueltas y quedas exhausto, desgastado, el tiempo pasó sin pasar nada y la nada te abruma, el silencio, el frío, desesperas y te hundes en un rincón de la cama, sólo allí encuentras oportuno hablar...

Ella:
...

Él: La pared al borde de tu camas es un refugio, las noches no se sienten, la luna te abandona, las canciones hablan historias tristes y las lagrimas no son cristales al caer, no son tan bellas. El nudo en la garganta te ahoga, el corazón deja de latir, el tacto se va, se entiesan los labios..

Ella:
No te entiendo...

Él:
 La nieve se tiñe de vino tinto, se tiñe de motas negras, otras rojas y el azul se ha ido para siempre. Las voces susurran el destino, la mirada fija en el techo, en lo blanco de lo eterno, y entonces no duermes, tus ojos no se cierran, terminas aferrado a tus piernas allí acurrucado sin poder escapar de esas cadenas.

Él: Aún sigo escribiendo y pienso que es un infierno, un infierno para mi...

Ella:
¿Qué es un infierno?.

Él: Tener tanto en la cabeza.

Ella: ¿No haz hecho nada para detenerlo?.

Él: ¿Detener esos demonios?.

Ella: Son parte tuya, de tu cabeza, puedes detenerlos...

Él: Ellos son la razón de ser en mi, de muchas cosas, detener eso es como matarme a pedazos o trocitos...

Ella:
Le haz permitido un puesto demasiado importante, le haz permitido adueñarte de ti y tu vida...

Él: Eso soy yo lucho contra esto...

viernes, 16 de mayo de 2014

Ella...

«Sus ojos ardían, su piel era deseo, tal vez nieve, quizás, pura.
el alma se quiebra y su presencia advierte lujuria, en esa noche se ha perdido la cara luna.
Al tacto congela y los labios en llamas se queman
el agobio dibujando el ocaso, embebido en locura y delirio
quebrantando el aliento, ella sigilosa como un suspiro.
Se hunde en las heridas de mi piel
cómo aquel barco que desapareció de mi vista, en ese lago de silencios...»

Real como poesía


«Se tiñó de rojos
De violetas, algunas veces era rosada su piel blanca
Cuando el sol nacía de sus curvas, de su figura
Cuando le veía abrir la ventana y caminaba lentamente cruzando sus piernas
Cuando el aroma del café dibujaba su esencia
Entonces entendía yo, que mis sueños eran poesía hecha
De realidades...»

miércoles, 7 de mayo de 2014

Tu piel

Soy sólo esa poesía que te evoca y se manifiesta en el silencio de palabras perdidas, el amor que yace en un corazón poético; un corazón que te siente tan cerca, como cuando en aquella vez en la tarde de cálidos momentos, mi cuerpo choco contra un mar infinito de emociones...
Tu piel

Dormir como luna...

Si en mis ojos osas dibujarte de sonrisas, no dudéis que en vuestros brazos mi cuerpo anhelará perderse en sueños, y dormirá como duerme la luna entre las estrellas del firmamento...

Playing Game

Intentar que ella no detecte qué es objeto de mi vista coqueta, y refugiarme rápidamente en mi resguardo, aunque ella sepa, que le observo en consideración de su esencia; Ciertamente jugar con ella ha llenado de suspiros un corazón abnegado, pretencioso y tímido...

Lujuria #1

Ella suspira el aroma del amor, ese aromar de color rojo intenso en mis labios, la droga que anhela su cuerpo, el tacto que sueña entre sus senos, el placer que descifra sus más oscuros secretos. Esa lujuria que vive en sus pensamientos...


«-Estoy enojado contigo y mucho, pero ante todo te adoro, ante todo te quiero, y eso para mi es más importante.
-Te odio. ¿Cómo te atreves a hacerme reír cuando estoy molesta? Eres un idiota...
-Lo sé, ¿y?, a quien le importa ser un idiota si puedes hacer reír a quien quieres, dime, a ¿Quien le importa serlo?.
-¿Alguna vez sentiste ser la persona más afortunada del mundo?.
-No.
-Púes me hiciste sentir eso, en este preciso momento.»

Juntos = felices


«Vacilante ella se tumbó en mis brazos, y en medio de sollozos recuerdos nos amamos, tomó mi mano de camino al precipicio y sonriendo juntos nos dejamos caer, entonces, ésa fue la primera vez que volamos, esa vez logramos ver la libertad, fue ésa la primera vez que juntos pudimos ser felices...»

Sin lagrimas...

Al paso que voy con ella, me quedare sin lagrimas púes los besos ya se anidan en su piel cómo las gotas de lluvia que recorren cada rincón de su cuerpo, tal vez, otros ojos se adueñen de ella y entonces sea para ella aquél, que «endulza sus oídos», todo lo que se dibuje en sus pupilas.

Las madrugadas se llenan de intervalos de desolación, en el silencio su voz aparece y el dolor es inminente, ese infierno que empezó con su adiós, ese horizonte en llamas al cual hoy me dirijo...

No es ella, quien roba los suspiros, la luna ciertamente se ha encargado de mi cada noche, me secado cada lagrima, cada pena, aunque cada vez más el olvido se apodera de mis labios.

Los hilos de historia, ésos pequeños hitos de vida compartida, en su honor hacen honda la herida, como esas que perforan el alma y te deforman para siempre...

Por su parte ella advertirá en su caminar, pintar un cuento diferente, y sin titubear, ella borrara todo recuerdo de mi, con cada paso sin mirar atrás, ella irá desechando esas fantasías dejándolas como un triste capitulo censurado, que no vio la luz, ¡Eso para ella será!, algo sin importancia...



viernes, 2 de mayo de 2014

Una realidad, entre lineas...

Cada vez es mas intenso, tal vez, como la primera mordida del amor, que te acoge en su mar de sentimientos revueltos, única como ella en su esencia. Desnuda entre mis letras, esas que se componen de poesías, esas que hago llamar yo, una realidad entre lineas...

Besos en las mejillas y ¡bu ala! «mágicamente», así nacen las sonrisas. Es realmente apoteósico qué entre letra y letra la palabras forman ese cuento que me encanta, y no puedo escapar a su gravedad, ella simplemente esta allí, donde mire, en lo que piense, en lo que hable, en mis miradas, en mis suspiros, en mis labios cuando los muerdo, en los pequeños hoyuelos de mis mejillas, abruma ciertamente, deja pasmado,  púes  hasta en mis sueños ella esta presente.

 Ella y la ternura caminando de la mano, danzando, ardiendo en deseo desenfrenado, tan elocuente, figura esbelta graciosa y discreta, dueña del caos pretencioso en mi mente, anhelo de su sexo, de sus besos y sueños...

Entre otras cosas más tímidas que anhelamos, como el tacto del otro, como un beso, como una apasionado roce de cuerpos, y escribirnos en un cuento durante una tarde teñido de rojos, bajo la hojas caídas de un árbol gigante, tal vez perdidos en el bosque de tus sueños, siendo libres, solos tu y yo, dejando huellas del amor en cada rincón, en cada nota musical, en cada nube del firmamento...

Anhelo esa realidad entre mis lineas...