Sí tan si quiera en la modestia de tu pretenciosa presencia, honraras al misero que escapa del dolor con el olor de tu cuerpo y bañase impregnando las heridas relucidas en la piel; Sanando la llagas del ayer que impacientan los pensares y que trae recuerdos de un pasado perturbador.
Púes así mis ojos sin reparo habrían devorado a besos cada rincón de tu piel, que en armonía presume de belleza, regocijándose al calor de las velas.
Quizás aquel corazón lleno de púas, por un instante descansaría gustoso con los vestigios de esta historia.
By Andrés Arana
@SiendoPoeta
copyright© all rights reserved.
Deseo Crónico