Andres Arana

miércoles, 23 de abril de 2014

Cerezos

Cada beso a tu mejilla, izquierda o derecha en realidad no importa, ya mis labios han de mirarte con sigiloso deseo ardiente; un deseo, un anhelo, un poema en verso enredando tu cuerpo, y así termino yo embebido entre mares de pensamientos contigo a la distancia, tan cerca y tan lejos, en el horizonte de mis cuentos, y metida entre mis sueños... Cada beso a tu mejilla es un noble acto de desespero, ya que el ardiente deseo me consume rápido y lento, lo único que quiero, es poder llegar a tus labios color cerezos y darle forma por fin a este verso...

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