Andres Arana

miércoles, 21 de mayo de 2014

Vestigios de amor


Y entonces el alma se amalgama entre tardes rojizas
Entre el desdén del tabaco en las calles. Entre el vahído placer de recordar su piel
Y caer en el anhelo, de verle de nuevo.
Y sí, ciertamente en la inmensidad de ese azul de cielo. En los pequeños encuentros, en la coqueta nube difuminada,
 en el viento. En el tacto, en el café, en el aroma
allí en su esencia tímida y frágil
Se encuentra el vestigio de amor ungido...

Un cuerpo responde a otro, quizás de forma extraña 
y ella sabe que aún en la vastedad del silencio me pone nervioso...


™ Andres Arana © ®

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