Andres Arana

viernes, 23 de mayo de 2014

Sin tinta...


Advertir su llegada es dibujar en las pupilas miles de flores de cerezos en el viento, es sentir que vuelves a despertar y ya no estas en un infierno, es suspirar el aroma en armonía del amor haciendo sus trampas.

Y fue así como la encontré, ella iba corriendo hacia otro lugar en otra dirección,
Camine intentando plasmar en papel una historia diferente, y entonces sus huellas fueron desapareciendo
La tinta del pincel se acabó, entonces no pude seguirla dibujando, no hubo más sonrisas y las hojas de papel quedaron en blanco. Qué triste es, las palabras se fueron de sus labios, quien sabe, se enmudeció todo y ella sólo torcía los ojos, sus manos jugaban entre sí y lentamente volvió a su realidad; ¡Yo! ya no estoy escrito en ella...

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