Andres Arana

miércoles, 7 de mayo de 2014

Sin lagrimas...

Al paso que voy con ella, me quedare sin lagrimas púes los besos ya se anidan en su piel cómo las gotas de lluvia que recorren cada rincón de su cuerpo, tal vez, otros ojos se adueñen de ella y entonces sea para ella aquél, que «endulza sus oídos», todo lo que se dibuje en sus pupilas.

Las madrugadas se llenan de intervalos de desolación, en el silencio su voz aparece y el dolor es inminente, ese infierno que empezó con su adiós, ese horizonte en llamas al cual hoy me dirijo...

No es ella, quien roba los suspiros, la luna ciertamente se ha encargado de mi cada noche, me secado cada lagrima, cada pena, aunque cada vez más el olvido se apodera de mis labios.

Los hilos de historia, ésos pequeños hitos de vida compartida, en su honor hacen honda la herida, como esas que perforan el alma y te deforman para siempre...

Por su parte ella advertirá en su caminar, pintar un cuento diferente, y sin titubear, ella borrara todo recuerdo de mi, con cada paso sin mirar atrás, ella irá desechando esas fantasías dejándolas como un triste capitulo censurado, que no vio la luz, ¡Eso para ella será!, algo sin importancia...



0 comentarios: