Andres Arana

domingo, 2 de marzo de 2014

Hasta aquí llegamos

De entre tantas cosas que pasó y de las que más hirieron el corazón logramos soportar el camino que nos condujo sensualmente a la despedida, tristemente se nos agoto la paciencia en una lucha por imponer como quien fuera uno más que el otro, como quien pudiera tener la razón absoluta. Triste es que la despedida no se de por orgullos púes es cosa de justicia y era justo que en su trato desigual recibieras la propia medicina que hoy nos cura del amor, que en excusas de sensibilidades más que susceptibles le es imposible luchar púes como su voluntad se ha quebrantado y ya no importa lo que el otro haya hecho para estar a sus pies, porque simplemente se le olvido todo...

Él le dijo alguna vez que siempre estaría allí para ella, y en lo más triste es que si estuvo pero no como ella quería, no como se lo imaginó y no como ella deseaba. Pretendía que a sus disparates dijera si como si fuera un loro quien repite lo que se le dice y le lastimaba las verdades que salían a flote en sus errores más comunes, al final eso la canso, la canso tanta verdad y sinceridad cruda pero la vida se trata de esto de crudas realidades.

Hasta aquí llegamos...

0 comentarios: